miércoles, 17 de marzo de 2010

Lo peor del erasmus

El erasmus es casi todo alegría y jolgorio, y aunque tienes que estudiar y currar de vez en cuando, se vive bastante bien la verdad, no tienes grandes preocupaciones aparte de sobrevivir.
Uno aprende a disfrutar cada momento y el día a día, pero hay una parte mala en todo esto, algo que sólo pasa cuando te vas de erasmus y que no pasaría en caso de quedarse en casa, y es que todo tiene fecha de caducidad (no, no hablo de la comida, por si alguno lo ha pensado). Sabes que va a llegar el día en el que todo se acabe, cada uno se irá por su lado y volverá a su hogar (o adonde sea). Llegará el día en el que vuelvas a casa y todo será como el despertar de un largo sueño, por muchos buenos momentos que pases con alguien, la probabilidad de volver a juntar tu camino con esa persona tras el final es extremadamente baja, igual la ves 2 ó 3 veces más en tu vida, pero ya no volverá a ser lo mismo nunca más.
Y es que bueno, de momento no ha acabado mi erasmus, pero sí que ha ido acabando la estancia aquí de alguna persona importante para mí, y es todavía peor tener que decir adiós a alguien mientras tú todavía estás aquí porque todo te recuerda a las personas que se han ido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario