viernes, 20 de noviembre de 2009

Reflexiones

Llevo ya aquí 3 meses y medio y tengo mucho tiempo para pensar. Realmente el ser erasmus cambia tu forma de pensar, sinceramente, la vida para mí era más fácil antes de venir aquí, al principio me preguntaba que por qué me he metido en algo que me es más complicado (no asociéis complicado con estudios) pero para nada me arrepiento de haber venido aquí, y es que he aprendido muchas cosas. Lo primero que diría que conlleva un erasmus es que te vuelves menos materialista, y es que realmente me paro a pensar y no me he gastado dinero en caprichos tontos (el único dinero que me he gastado en caprichos ha sido en salir por ahí y en viajar) y tampoco sientes la necesidad de tenerlos, me conformo con mi portatil mediocre, no necesito ver la televisión, ni comprarme videojuegos ni simplemente gastar el dinero. En parte puede que sea por el hecho de gastar menos porque aquí la vida es muy cara, pero aún así no siento la necesidad. Además tienes un montón de responsabilidades, y es que si no cocinas no comes, si no limpias la casa no se limpia sola... y todo esto quita bastante tiempo adicional en tu día a día.

Todo eso está muy bien, pero da que pensar de cara al futuro, y sobre todo últimamente me ronda mucho la cabeza el tema de trabajar, es decir, sé que tendré que trabajar porque necesitaré cubrir unas necesidades básicas, pero a lo largo del tiempo, ¿qué tipo de trabajo quiero? me he dado cuenta de que no merece la pena un trabajo en el que cobres una pasta y te absorba la vida, ni tampoco un trabajo en el que te lleves preocupaciones del trabajo a casa. Desgraciadamente según la carrera que he elegido ese tipo de trabajo es el más normal, pero preferiría un trabajo en el que aunque cobrara menos pudiera dedicarme a vivir la vida y a disfrutar de la gente. Muchas veces queremos a llegar a ser unos genios famosos pero me he dado cuenta de que eso para mí no vale nada, lo mejor es disfrutar de tu vida, porque si te dejas la vida puede que llegues a ser rico y famoso, pero el precio es caro, seguramente llegarás ahí pero solo, así que yo prefiero disfrutar y ser una persona normal.

Pues eso, cada uno que valore hasta que punto merece la pena sacrificar unas cosas para conseguir otras, la pena es que a veces uno no tiene opción y tiene que sacrificarse para conseguir sobrevivir.

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